Catechetical Ministries in Motion: Annual Self-Care Retreat (ENG/ESP)

Article by: Roman Flores, Catechetical Ministries Coordinator

A few weeks ago, we had our annual Self-Care Retreat at St. Anthony’s Retreat Center in Three Rivers, it is an event that takes place every year in August. The focus of this annual retreat has always been to give participants an opportunity to either take part in sessions, prayer, and reflection or provide activities so individuals can be more flexible in what they choose to do. St. Anthony’s Retreat Center has so many beautiful prayer spaces within the surrounding environment that we want participants to be able to take advantage of their surroundings if they choose to do prayer or reflection on their own.

The focus of the sessions for this year’s retreat focused on identifying and possibly rediscovering our God given gifts and renewing our commitment to our Lord to use them. The theme we used was from the movie Encanto in which a family is blessed with various gifts, and they all must work together to maintain them when things go wrong. I won’t spoil the movie for those that have not seen it.

But focusing on that theme, in working together, using our gifts, and of course, recognizing our gifts, especially in times of challenge, is a situation that may have played out several times for those that served in ministry during the pandemic and perhaps even now.

When we are challenged with difficulties that we feel are beyond our capabilities we must be mindful to seek out the support of those that can supplement our weakness. Even though we may have specific talents and gifts that support us in our ministries and what we offer to those we attend to we can never forget that as we work as a team, as a functioning Body of Christ, we can accomplish so much more.

Through the challenges that you might face, besides having the confidence to ask others for help, we must also be mindful to continuously renew our commitment to using our gifts to their fullest potential. This involves of course prayer, discernment, and guidance of the Holy Spirit in which the Lord will allow us to understand where and when are gifts can be more fruitful. But of course, it is working in unison with those we evangelize with and attend to the needs of the Lord’s people that we will be more effective stewards of those gifts and be more fruitful in using the gifts and talents of all of those involved to truly express the Lord’s message in everything we do. 

It is working together that the mutual support of those we surround ourselves with will remind us of our gifts and potential when we are too tired or overwhelmed to be able to focus or bring about our service to our ministries. May everything we do be in the Lord’s name to put our gifts to good use and renew ourselves in that commitment every time we serve.

As each one has received a gift, use it to serve one another as good stewards of God’s varied grace. (1 Peter 4:10)


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Hace unas semanas, tuvimos nuestro retiro anual de autocuidado en el centro de retiros de San Antonio en Tres Ríos, cual es un evento que se lleva a cabo cada año en agosto. El enfoque de este retiro anual siempre ha sido dar a los participantes la oportunidad de participar en sesiones, oración y reflexión o proporcionar actividades para que las personas puedan ser más flexibles en lo que eligen hacer. El Centro de Retiros de San Antonio tiene tantos espacios hermosos de oración alrededor de la propiedad que queremos que los participantes puedan aprovechar del ambiente si eligen orar o reflexionar a solas. 

El enfoque de las sesiones para el retiro de este año se centró en identificar y posiblemente redescubrir nuestros dones dados por Dios y renovar nuestro compromiso con nuestro Señor para usarlos. El tema que usamos fue de la película Encanto en la que una familia es bendecida con varios dones, y todos deben trabajar juntos para mantenerlos cuando las cosas van mal. No voy a estropear la película para aquellos que no la han visto.

Pero enfocándose en ese tema, en trabajar juntos, usar nuestros dones y, por supuesto, reconocer nuestros dones, especialmente en tiempos de desafío, es una situación que puede haberse desarrollado varias veces para aquellos que sirvieron en el ministerio durante la pandemia y tal vez incluso ahora.

Cuando nos enfrentamos a dificultades que sentimos que están más allá de nuestras capacidades, debemos ser conscientes de buscar el apoyo de aquellos que pueden complementar nuestras debilidades. A pesar de que podemos tener talentos y dones específicos que nos apoyan en nuestros ministerios y lo que ofrecemos a aquellos a quienes atendemos, nunca podemos olvidar que a medida que trabajamos en equipo, como un Cuerpo de Cristo que funciona, podemos lograr mucho más.

A través de los desafíos que puedan enfrentar, además de tener la confianza para pedir ayuda a los demás, también debemos ser conscientes de renovar continuamente nuestro compromiso de usar nuestros dones a su máximo potencial. Esto implica, por supuesto, la oración, el discernimiento y la guía del Espíritu Santo en la que el Señor nos permitirá entender dónde y cuándo los dones pueden ser más fructíferos. Pero, por supuesto, es trabajar en unidad con aquellos con quienes evangelizamos y atendemos a las necesidades del pueblo del Señor que seremos administradores más efectivos de esos dones y seremos más fructíferos en el uso de los dones y talentos de todos los involucrados para expresar verdaderamente el mensaje del Señor en todo lo que hacemos.

Es trabajar juntos para que el apoyo mutuo de aquellos con quienes nos rodeamos nos recuerde de nuestros dones y potencial cuando estemos demasiado cansados o abrumados para poder enfocarnos o llevar a cabo nuestro servicio a nuestros ministerios. Que todo lo que hagamos esté en el nombre del Señor para dar un buen uso a nuestros dones y renovarnos en ese compromiso cada vez que servamos.

Que todos, como buenos administradores de los múltiples dones de Dios, pongan al servicio de los demás el don que recibieron. (1 Pedro 4:10)