Article by Roman Flores, Catechetical Ministry Coordinator
As confirmation programs wind down for the year, most parishes have either had their Confirmation Program’s retreat or perhaps, they may be just around the corner. Last Saturday on May 13, I had the opportunity to provide a confirmation retreat for the parish of St. Mary of the Desert in Rosamond. Having done one not too long ago with our Youth and Young Adult Ministry Coordinator, Eli Medina, in Bishop, there were a couple of new things that I was looking forward in incorporating into this retreat as I was inspired by a couple of things that came up. As always, I want to thank the parish team for inviting me to share in this retreat along with their time and efforts in helping with the preparations.
One of the sessions that I began with was focused on allowing the students to contemplate and reflect upon the journey they had begun since Baptism and the steps they have taken to get to the point to where they find themselves now and the reason and purpose for it.
Wherever we find ourselves, we are here for the purpose of being in a relationship with our Creator. A relationship with God is the meaning and purpose of human life. When people do not know why they are here, they sometimes find life meaningless and may end up broken and empty. If we don’t know why we are on this Earth, we may not know our destination in life, and if we do not know our destination in life, we may not have direction. To have hope, we need direction.
I shared with the confirmation students that young adulthood should be a time of hope and possibility, yet so many youths feel confused and empty, sometimes even leading to despair. Young adults who do not know what their lives are intended for may even end up feeling miserable and broken.
We do not exist because of random chance. We exist for a purpose, and when we pursue that purpose, we will become what we were intended to be. And nothing can take away the fulfillment and hope that comes with that. If we want to know why we are here on this Earth, our purpose, we must look to our Creator. God knows our purpose because he designed us himself.
“Before I formed you in the womb I knew you, and before you were born, I consecrated you; I have appointed you as a prophet to the nations.” (Jeremiah 1:5)
My brothers and sisters in Christ, if your life is not centered on a relationship with God, you will be missing something special.
Through the Creation story in the Bible, we learn that God created the world in order to share his life with us. We learn of humankind’s rejection of God, of God reaching out to humanity through covenants and prophets, and, finally, of God sending his own Son to restore us to relationship with him. This is the story of our lives. It is the story of our creation, our reason for existing, our purpose, our salvation, and, ultimately, our promise of eternal life.
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Ministerios de Catequesis en Movimiento: Santa María del Desierto, Rosamond
-Roman Flores
A medida que los programas de confirmación terminan durante el año, la mayoría de las parroquias han tenido el retiro de su Programa de Confirmación o tal vez, pueden estar por venir. El sábado pasado, 13 de mayo, tuve la oportunidad de proporcionar un retiro de confirmación para la parroquia de Santa María del Desierto en Rosamond. Después de haber hecho uno no hace mucho tiempo con nuestro Coordinador del Ministerio de Jóvenes y Jóvenes Adultos, Eli Medina, en Bishop, había unas cosas nuevas que esperaba incorporar a este retiro, ya que me inspiraron ciertas cosas que surgieron. Como siempre, quiero agradecer al equipo parroquial por invitarme a compartir este retiro junto con su tiempo y esfuerzos para ayudar con los preparativos.
Una de las sesiones con las que comencé se centró en permitir que los estudiantes contemplaran y reflexionaran sobre el camino que habían comenzado desde el Bautismo y los pasos que han dado para llegar al punto en el que se encuentran ahora y la razón y el propósito por lo cual.
Dondequiera que nos encontremos, estamos aquí con el propósito de estar en una relación con nuestro Creador. Una relación con Dios es el significado y el propósito de la vida humana. Cuando las personas no saben por qué están aquí, a veces encuentran que la vida no tiene sentido y pueden terminar quebrantados y vacíos. Si no sabemos por qué estamos en esta Tierra, es posible que no conozcamos nuestro destino en la vida, y si no conocemos nuestro destino en la vida, es posible que no tengamos dirección. Para tener esperanza, necesitamos dirección.
Compartí con los estudiantes de confirmación que la edad de juventud debería de ser un momento de esperanza y posibilidad, sin embargo, muchos jóvenes se sienten confundidos y vacíos, a veces incluso conducen a la desesperación. Los jóvenes que no saben para qué están destinadas sus vidas pueden incluso terminar sintiéndose miserables y rotos.
No existimos por casualidad. Existimos para un propósito, y cuando perseguimos ese propósito, nos convertiremos en lo que estábamos destinados a ser. Y nada puede quitar la plenitud y la esperanza que viene con eso. Si queremos saber por qué estamos aquí en esta Tierra, nuestro propósito, debemos mirar hacia nuestro Creador. Dios conoce nuestro propósito porque Él mismo nos diseñó.
“Antes de formarte yo en el vientre, ya te conocía; antes de que salieras de las entrañas maternas, te consagré profeta y te destiné a las naciones.” (Jeremías 1:5)
Mis hermanos y hermanas en Cristo, si sus vidas no están centradas en una relación con Dios, se perderán algo especial.
A través de la historia de la Creación en la Biblia, aprendemos que Dios creó el mundo para compartir su vida con nosotros. Aprendemos del rechazo de Dios por parte de la humanidad, de Dios alcanzando a la humanidad a través de convenios y profetas, y, finalmente, de Dios enviando a su propio Hijo para restaurarnos a la relación con él. Esta es la historia de nuestras vidas. Es la historia de nuestra creación, nuestra razón de existir, nuestro propósito, nuestra salvación y, en última instancia, nuestra promesa de vida eterna.