Article by: Roman Flores, Catechetical Ministries Coordinator
The season of Lent is about renewal and conversion, and it is about welcoming new Christians to the church through the sacraments of Easter. Lent is a time for us to be spiritually renewed and refocused and a great opportunity for God to pour out His graces and love upon us and to speak to our hearts. This is a precious time to introspect and see what we can improve and what things we must change to be in line with the path that God has marked for us. It is a time of conversion. To achieve this, we must be open and willing to change, to correct what is going wrong and embrace that correction fully and of course be always ready for conversion of heart.
To change we must know that we must change. That is why we must get used to making an examination of conscience daily and give ourselves time to reflect on our daily actions.
To change we must do virtue exercises. We must begin to do small exercises of virtue to strengthen our spirit and be able to make the necessary changes to provoke the conversion of the heart and be conducive to conversion.
To change we must take it one day at a time. The calendars of Lent are excellent tools to support us on this path of conversion because they provide us with reflections on special aspects of our faith and ourselves and then propose a challenge, according to various reflections, which help us to improve day by day to be ready to live a different Holy Week and above all an incredible Easter.
To change we must make room in our hearts. Seek sacramental confession at this time. The logical thing is that after making the examination of conscience and exercising our will, as a result we achieve a confession of heart and with more awareness of our actions.
To change we must be in harmony with others in our lives. Lent is the time to forgive offenses, to offer apologies, to correct mistakes and above all to have our hearts open to receive graces from God in order to bring about a real change in our lives and the lives of those around us.
Change is not always easy, but we can start by asking for it and finally embracing it. We must also promote it by being more patient, understanding, consistent and seek to justify rather than judge.
My brothers and sisters in Christ, Lent prepares us to enter into the great mystery of the life, death and resurrection of our Savior, Jesus Christ. I hope that this Lent will truly be a valuable time of personal and family conversion for you and your loved ones; all in preparation to live Holy Week more intensely and live a unique Easter. To examine our hearts and to allow God to touch and transform us.
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El Rincón Catequético: Conversión
-Roman Flores
La temporada de Cuaresma se trata de renovación y conversión, y se trata de dar la bienvenida a los nuevos cristianos a la iglesia a través de los sacramentos de la Pascua. La Cuaresma es un tiempo para que seamos espiritualmente renovados y reenfocados y una gran oportunidad para que Dios derrame Sus gracias y amor sobre nosotros y hable a nuestros corazones. Este es un tiempo precioso para hacer introspección y ver en qué podemos mejorar y qué cosas debemos cambiar para estar en línea con el camino que Dios nos ha marcado. Es un tiempo de conversión. Para lograr esto, debemos estar abiertos y dispuestos a cambiar, a corregir lo que va mal y abrazar esa corrección completamente y, por supuesto, estar siempre listos para la conversión del corazón.
Para cambiar debemos saber que debemos cambiar. Es por eso que debemos acostumbrarnos a hacer un examen de conciencia diariamente y darnos tiempo para reflexionar sobre nuestras acciones diarias.
Para cambiar debemos hacer ejercicios de virtud. Debemos comenzar a hacer pequeños ejercicios de virtud para fortalecer nuestro espíritu y ser capaces de hacer los cambios necesarios para provocar la conversión del corazón y ser conducentes a la conversión.
Para cambiar debemos tomarlo un día a la vez. Los calendarios de Cuaresma son excelentes herramientas para apoyarnos en este camino de conversión porque nos proporcionan reflexiones sobre aspectos especiales de nuestra fe y de nosotros mismos y luego nos proponen un desafío, según diversas reflexiones, que nos ayudan a mejorar día a día para estar listos para vivir una Semana Santa diferente y, sobre todo, una Pascua increíble.
Para cambiar debemos hacer espacio en nuestros corazones. Busquen la reconciliación sacramental en este momento. Lo lógico es que después de hacer el examen de conciencia y ejercer nuestra voluntad, como resultado logremos una confesión de corazón y con más conciencia de nuestras acciones.
Para cambiar debemos estar en armonía con los demás en nuestras vidas. La Cuaresma es el tiempo para perdonar las ofensas, para ofrecer disculpas, para corregir errores y, sobre todo, para tener nuestros corazones abiertos para recibir gracias de Dios con el fin de lograr un cambio real en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean.
El cambio no es fácil, pero podemos empezar por pedirlo y finalmente abrazarlo. También debemos promoverlo siendo más pacientes, comprensivos, conscientes y tratando de justificar en lugar de juzgar.
Mis hermanos y hermanas en Cristo, la Cuaresma nos prepara para entrar en el gran misterio de la vida, muerte y resurrección de nuestro Salvador, Jesucristo. Espero que esta Cuaresma sea realmente un tiempo valioso de conversión personal y familiar para ustedes y sus seres queridos; todo en preparación para vivir la Semana Santa con más intensidad y vivir una Pascua única. Examinar nuestros corazones y permitir que Dios nos toque y nos transforme.