The Catechetical Corner: Promoting Vocations as Catechists

Article by Roman Flores, Catechetical Coordinator

Catechists are called amidst already busy schedules to be more than transmitters of knowledge of the faith. As catechists we have been gifted with the opportunity to respond to our students seeking faith understanding and in a certain way, whether intentional or unintentional, purpose. As we fulfill our roles in facilitating those encounters with Christ in their lives, we are blessed with the opportunity to touch their lives by example, by listening, and by providing meaningful feedback as they travel in their journey of faith. As we celebrate National Vocations Week from November 3rd to the 9th of this year let us focus on how we can encourage vocations to the priesthood, religious life, and other Church leadership. Lord willing, the intentional actions we take during this week can become something we continue to practice throughout the year as we continue to serve our communities.

National Vocation Awareness Week is an annual week-long celebration of the Catholic Church in the United States dedicated to promoting vocations to the priesthood, diaconate, and consecrated life through prayer and education, and to renew our prayers and support for those who are considering one of these particular vocations.

As we continue to support vocations, please remember to always encourage your students and their families to pray for an increase in vocations to the priesthood and consecrated life. Pope Benedict XVI said that unless we teach our youth how to pray, they will never hear God calling them into a deeper relationship with Him and into the discipleship of the Church.

Invite active young adults and teens to consider a vocation and make it appealing. Show the religious life for what it truly is, a call to be united to Christ in a unique way, and to be spiritual mentors to those they will encounter in life and service.

As catechists that have discovered their own vocation preach it! Vocations must be talked about regularly if a "vocation culture" is to take root in parishes and homes. This means, first and foremost, the people need to hear about vocations from those of us who live the life. Vocations kept out of sight are out of mind.

And of course, practice the faith! We need to constantly remind ourselves and reaffirm that the whole point of our lives is to grow in a deep, intimate and loving relationship with God. This is the first step for any young person desiring to discern any call in life.

My brother and sister catechists be good disciples. Young people can become true followers of Jesus Christ by serving those around them by those they are influenced by. By discovering and embracing your call to discipleship, you also discover your particular call within the Church and those you catechize will come to discover that what God wants for their life is nothing but good. If, in fact, they are called to the priesthood or consecrated life, it will be the path to great joy and contentment.

“Pastoral work for vocations needs, especially today, to be taken up with new vigor and more decisive commitment by all members of the Church, in the awareness that it is not a secondary or marginal matter, or the business of one group only, as if it were a ‘part’, no matter how important, of the entire pastoral work of the Church…Indeed, concern for vocations is a connatural and essential dimension of the Church’s pastoral work.” - Pope St. John Paul II, Pastores Dabo Vobis, 34


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El Rincón de Catequesis: Promoviendo las vocaciones como Catequistas
-Roman Flores

Catequistas están llamados, en medio de sus ya apretadas agendas, a ser algo más que transmisores de conocimiento de la fe. Como catequistas, se nos ha dado la oportunidad de responder a nuestros estudiantes que buscan la comprensión de la fe y de cierta manera, ya sea intencional o no, su propósito. A medida que cumplimos con nuestro papel de facilitar esos encuentros con Cristo en sus vidas, somos bendecidos con la oportunidad de tocar sus vidas con ejemplo, escuchando, y proporcionando comentarios significativos a medida que viajan en su camino de fe. Al celebrar la Semana Nacional de las Vocaciones del 3 al 9 de noviembre de este año, centrémonos en cómo podemos fomentar las vocaciones al sacerdocio, la vida religiosa y otros liderazgos de la Iglesia. Primero Dios, las acciones intencionales que tomamos durante esta semana puedan convertirse en algo que continuaremos practicando durante todo el año mientras continuamos sirviendo a nuestras comunidades.

La Semana Nacional de Concientización Vocacional es una celebración anual de una semana de la Iglesia Católica en los Estados Unidos dedicada a promover las vocaciones al sacerdocio, el diaconado y la vida consagrada a través de la oración y la educación, y para renovar nuestras oraciones y apoyo a aquellos que están considerando una de estas vocaciones en particular.

A medida que continuamos apoyando las vocaciones, recuerden siempre animar a sus estudiantes y sus familias a orar por un aumento en las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada. El Papa Benedicto XVI dijo que a menos que enseñemos a nuestros jóvenes a orar, nunca escucharán a Dios llamándolos a una relación más profunda con Él y al discipulado de la Iglesia.

Inviten a los jóvenes adultos y adolescentes activos a considerar una vocación y hacerla atractiva. Muestren la vida religiosa como lo que realmente es, un llamado a estar unidos a Cristo de una manera única, y a ser mentores espirituales para aquellos que encontrarán en la vida y el servicio.

¡Como catequistas que hemos descubierto nuestra propia vocación, predíquenla! Es necesario hablar regularmente de las vocaciones para que una "cultura vocacional" se arraigue en las parroquias y en los hogares. Esto significa, en primer lugar, que la gente necesita escuchar sobre las vocaciones de aquellos de nosotros que vivimos la vida. Las vocaciones que se mantienen fuera de la vista están fuera de la mente.

Y, por supuesto, ¡practica la fe! Necesitamos recordarnos y reafirmar constantemente que el objetivo de nuestras vidas es crecer en una relación profunda, íntima y amorosa con Dios. Este es el primer paso para cualquier joven que desee discernir cualquier llamado en la vida.

Mis hermanos y hermanas catequistas sean buenos discípulos. Los jóvenes pueden llegar a ser verdaderos seguidores de Jesucristo al servir a quienes los rodean por quienes son influenciados. Al descubrir y abrazar tu llamado al discipulado, también descubres tu llamado particular dentro de la Iglesia y aquellos a los que catequizas llegarán a descubrir que lo que Dios quiere para sus vidas no es más que el bien. Si, de hecho, son llamados al sacerdocio o a la vida consagrada, será el camino hacia una gran alegría y satisfacción.

"La pastoral vocacional necesita, sobre todo hoy, ser asumida con nuevo vigor y con un compromiso más decidido por parte de todos los miembros de la Iglesia, conscientes de que no se trata de una cuestión secundaria o marginal, o de un solo grupo, como si fuera una 'parte', por importante que sea, de toda la pastoral de la Iglesia... De hecho, la preocupación por las vocaciones es una dimensión connatural y esencial de la pastoral de la Iglesia" (San Juan Pablo II, Pastores dabo Vobis, 34)