Article by Roman Flores, Catechetical Ministry Coordinator
Summertime break is upon us as is the season of Ordinary Time. The liturgical season of Ordinary Time is a course of instruction in the Christian life and a period when we celebrate no aspect of Christ but honor him in the fullness of his mystery. As children of God, we know that God desires a personal loving relationship with each of us, and those who seek Him will find Him. Walking together with God is of utmost importance for how we love one another.
Ordinary time can be a meaningful time to worship and pray together in new ways. We spend this time with Jesus and let him be with us and in us as we grow closer to him. The green of Ordinary Time symbolizes this spiritual growth as we learn to know the Lord through the Scripture stories of his teachings, miracles, and healings along with daily prayer. Our daily task during Ordinary Time is to walk as disciples and imitate Jesus in his earthly ministry. The symbols of this season can make us more mindful of that mission.
How can we take the blessings of this season into our homes and make them part of our lives? Try monthly devotions, pray the Chaplet of Divine Mercy, try meditative prayer or other types of prayer that you may have not put into practice before. It’s also a good time to either jump-start or reboot your family prayer time. Spend time as a family in prayer and reflection. Dedicate a table or the top of a chest as a home altar or prayer space or make a liturgical centerpiece for your dinner table so that mealtime reflects a conscious search for holiness.
With more time together, there comes a chance to explore what it means to be a domestic church as we lead our loved ones to a personal relationship with Jesus. Are the traditions of the Catholic Church vital to passing on the faith? Absolutely. But keeping our loved ones, especially our children, engaged in their faith as they grow starts with a true relationship with the Lord.
What ways will you and your family mark this liturgical season of growing closer to knowing Jesus together as a family? How will you make ordinary time extraordinary this year? Ordinary time in our liturgical calendar can be a time for us to do some real work in our lives — in our homes, at the dinner table, in time spent with family, and within our souls. As we work on our relationship with Jesus, we can work on our relationships with one another.
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El Rincón de Catequesis: Temporada de Verano y Tiempo Ordinario
Roman Flores, Coordinador de Ministerios de Catequesis
El descanso de verano finalmente está sobre nosotros, al igual que la temporada del Tiempo Ordinario. El tiempo litúrgico del Tiempo Ordinario es un curso de instrucción en la vida cristiana y un período en el que no celebramos ningún aspecto de Cristo, sino que lo honramos en la plenitud de su misterio. Como hijos de Dios, sabemos que Dios desea una relación personal y amorosa con cada uno de nosotros, y aquellos que lo buscan lo encontrarán. Caminar juntos con Dios es de suma importancia para la forma en que nos amamos unos a otros.
El tiempo ordinario puede ser un tiempo significativo para adorar y orar juntos de nuevas maneras. Pasamos este tiempo con Jesús y dejamos que esté con nosotros y en nosotros a medida que nos acercamos a él. El verde del Tiempo Ordinario simboliza este crecimiento espiritual a medida que aprendemos a conocer al Señor a través de las historias bíblicas de sus enseñanzas, milagros y curaciones junto con la oración diaria. Nuestra tarea diaria durante el Tiempo Ordinario es caminar como discípulos e imitar a Jesús en su ministerio terrenal. Los símbolos de esta temporada pueden hacernos más conscientes de esa misión.
¿Cómo podemos llevar las bendiciones de esta época a nuestro hogar y hacerlas parte de nuestra vida? Practiquen devociones mensuales, recen la Coronilla de la Divina Misericordia, practiquen la oración meditativa u otros tipos de oración que quizás no hayan puesto en práctica anteriormente. También es un buen momento para poner en marcha o reiniciar el tiempo de oración familiar. Dediquen tiempo en familia a la oración y a la reflexión. Dediquen una mesa o la parte superior de un cofre como altar en casa o espacio de oración, o hagan un centro litúrgico para sus mesas familiar, de modo que la hagan, que la comida familiar refleje una búsqueda consciente de la santidad.
Con más tiempo juntos, surge la oportunidad de explorar lo que significa ser una iglesia doméstica mientras guiamos a nuestros seres queridos a una relación personal con Jesús. ¿Son las tradiciones de la Iglesia Católica vitales para transmitir la fe? Absolutamente. Pero mantener a nuestros seres queridos, especialmente a nuestros hijos, comprometidos con su fe a medida que crecen comienza con una verdadera relación con el Señor.
¿De qué manera ustedes y sus familias marcarán este tiempo litúrgico para acercarse más a conocer a Jesús juntos como familia? ¿Cómo harán que el tiempo ordinario sea extraordinario este año? El tiempo ordinario en nuestro calendario litúrgico puede ser un tiempo para que hagamos un trabajo real en nuestras vidas: en nuestros hogares, en la mesa, en el tiempo que pasamos con la familia y dentro de nuestras almas. A medida que trabajamos en nuestra relación con Jesús, podemos trabajar en nuestras relaciones con los demás.