Article by: Roman Flores, Catechetical Ministries Coordinator
The second task of Catechesis is to promote a knowledge of the meaning of the liturgy and the sacraments. It is the in the highest form of liturgy in the celebration of the Mass where we encounter the source and summit of our faith and Jesus Christ in the Holy Eucharist.
Since Christ is present in the sacraments, the believer comes to know Christ in the liturgical celebrations of the Church and is drawn into communion with him. Catechesis should promote “an active, conscious genuine participation in the liturgy of the Church” (NDC 20).
The Church teaches that the sacraments are necessary for salvation. In every sacrament, the grace of the Holy Spirit unites us with Jesus our Savior and allows us to participate in God's divine nature. (cf. Catechism of the Catholic Church, 7129)
The liturgy according to the Catechism is “The participation of the People of God in the work of God” (CCC 1069). Therefore, in all places where children, youth and adults are catechized it is important that catechists share how the liturgy gives us the ability to participate in the work of God.
The Catholic faith must be lived in practice. It's not just an intellectual religion. Teaching children the great joy of living a liturgical year and helping to rediscover the treasures of our grandparents that modern man has forgotten, is an important role we play in catechesis.
Liturgical education calls for preparation before the sacrament is received and for enrichment afterwards. The entire fifth chapter of the NDC provides a framework for carrying this out with specifics for each of the sacraments. Part two of the CCC is another source to deepen knowledge of sacramental teachings. Take some time to reflect on how you can make your own participation in liturgy more “active, conscious, and genuine,” and what in-services could be offered for your catechists.
Catechists are to proclaim the message of Jesus Christ and help those they catechize know what we believe and why we believe it. It is more than passing on information, but it is also helping form and mold the faithful into the people God has created them to be.
The liturgy is the place where the faithful gather to worship God and encounter Him. It is essential that catechists link what we believe with an ability to come into greater communion with God through our “active, conscience participation” in the liturgy and the sacraments.
El Rincón Catequético: Segunda Tarea de Catequesis, Educación Litúrgica
La segunda tarea de la catequesis es promover el conocimiento del significado de la liturgia y de los sacramentos. Es la forma más elevada de liturgia en la celebración de la Misa donde encontramos la fuente y la cumbre de nuestra fe y de Jesucristo en la Sagrada Eucaristía.
Puesto que Cristo está presente en los sacramentos, el creyente llega a conocer a Cristo en las celebraciones litúrgicas de la Iglesia y es llevado a la comunión con él. La catequesis debe promover "una participación activa y consciente y genuina en la liturgia de la Iglesia" (NDC 20).
La Iglesia enseña que los sacramentos son necesarios para la salvación. En cada sacramento, la gracia del Espíritu Santo nos une con Jesús nuestro Salvador y nos permite participar en la naturaleza divina de Dios. (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 7129)
La liturgia según el Catecismo es "La participación del Pueblo de Dios en la obra de Dios" (CIC 1069). Por lo tanto, en todos los lugares donde los niños, jóvenes y adultos son catequizados es importante que los catequistas compartan cómo la liturgia nos da la capacidad de participar en la obra de Dios.
La fe católica debe ser vivida en la práctica. No es solo una religión intelectual. Enseñar a los niños la gran alegría de vivir un año litúrgico y ayudar a redescubrir los tesoros de nuestros abuelos que el hombre moderno ha olvidado, es un papel importante que desempeñamos en la catequesis.
La educación litúrgica exige la preparación antes de recibir el sacramento y el enriquecimiento posterior. Todo el quinto capítulo del Directorio Nacional de Catequesis proporciona un ejemplo para llevar a cabo esto con detalles específicos para cada uno de los sacramentos. La segunda parte del Catecismo de la Iglesia Católica es otra fuente para profundizar el conocimiento de las enseñanzas sacramentales. Tómense un tiempo para reflexionar sobre cómo pueden hacer que sus propias participaciones en la liturgia sean más "activas, conscientes y genuinas", y qué servicios podrían ofrecerse a sus catequistas.
Los catequistas deben proclamar el mensaje de Jesucristo y ayudar a aquellos a quienes catequizan a saber lo que creemos y por qué lo creemos. Es más que transmitir información, sino que también está ayudando a formar y moldear a los fieles en las personas que Dios los ha creado para ser.
La liturgia es el lugar donde los fieles se reúnen para adorar a Dios y encontrarlo. Es esencial que los catequistas vinculen lo que creemos con la capacidad de entrar en una mayor comunión con Dios a través de nuestra "participación activa y consciente" en la liturgia y los sacramentos.