By: Roman Flores, Catechetical Ministries Coordinator
Follow First: Before we become leaders in discipleship, we must learn to follow first. Of course, the greatest person we could follow is Jesus. It is not we who primarily do the work here, recognizing that it is not by our power that we guide and receive, but by that of the Holy Spirit.
Love others: If you want to intentionally disciple others and strive to discipleship, you've probably already realized that what fuels your ministry is love. You've felt that call deep within your heart to let people know how deep your relationship with Jesus can be, and you know that God has put that passion inside your heart to love others as He loves them.
Be Practical: When you disciple others, you'll have to be hands-on and set times, dates, places, and events for whoever you're discipling along with seeking intentional growth yourself. Don't just be intentional about the idea, be intentional with the details and how you can honor the value of time, talent, and resources.
The Word of God: One of the most important things to focus on when you're discipling someone and seeking discipleship is the Word of God. This is how we learn to listen to the voice of the Holy Spirit and learn to walk in His ways.
Pray: To create unbreakable relationships with God and disciple others in doing so as well, it is required to pray along with praying for and with others. Prayers are powerful in His name.
Serve: The most common thing Jesus did with his disciples was to go out and serve, heal, and love others. Even Jesus served His disciples and modeled for them what it was like to put others before Himself.
Worship: Worship and praise the Lord. Praise him for all he has done through your discipleship. Even when faced with storms, you can still seek out intentional discipleship and use worship as a powerful way to seek God to intercede for you and others. You can praise God whenever, wherever, in spirit and in truth.
Discipleship is a lifelong process, but through this process we will all continue to grow, not just as individuals, but as God's people.
Catequesis a la rapidez: Unos pocos pasos para el discipulado intencional
Seguir primero: Antes de convertirnos en líderes en el discipulado, debemos aprender a seguir primero. Por supuesto, la persona más grande que podríamos seguir es Jesús. No somos nosotros los que principalmente hacemos el trabajo aquí, reconociendo que no es por nuestro poder que guiamos y recibimos, sino por el del Espíritu Santo.
Ama a los demás: Si quieres discipular intencionalmente a otros y esforzarte por ser discípulo, probablemente ya te hayas dado cuenta de que lo que alimenta tu ministerio es el amor. Has sentido ese llamado en lo profundo de tu corazón para que la gente sepa que profundo puede ser tu relación con Jesús, y sabes que Dios ha puesto esa pasión dentro de tu corazón para amar a los demás como Él los ama.
Sé práctico: Cuando discipules a otros, tendrás que ser práctico y establecer horarios, fechas, lugares y eventos para quien sea que estés discipulando junto con la búsqueda del crecimiento intencional de ti. No solo sean intencional con la idea, sean intencional con los detalles y cómo pueden honrar el valor del tiempo, el talento y los recursos.
La Palabra de Dios: Una de las cosas más importantes en las que deben enfocarse cuando estén discipulando a alguien y buscando el discipulado es la Palabra de Dios. Así es como aprendemos a escuchar la voz del Espíritu Santo y aprendemos a caminar en Sus caminos.
Orar: Para crear relaciones inquebrantables con Dios y discipular a otros al hacerlo también, se requiere la oración y orar por otros y con otros. Las oraciones son poderosas en Su nombre.
Servir: Lo más común que Jesús hizo con sus discípulos fue salir y servir, sanar y amar a los demás. Incluso Jesús sirvió a Sus discípulos y modeló para ellos lo que era poner a los demás antes que a sí mismo.
Adoración: Adorar y alabar al Señor. Alábalo por todo lo que ha hecho a través de tu discipulado. Incluso cuando te enfrentas a tormentas, aún puedes buscar el discipulado intencional y usar la adoración como una forma poderosa de buscar que Dios interceda por ti y por los demás. Puedes alabar a Dios cuando sea, donde sea, en espíritu y en verdad.
El discipulado es un proceso de por vida, pero a través de este proceso todos continuaremos creciendo, no solo como individuos, sino como pueblo de Dios.