Article by Roman Flores, Catechetical Ministry Coordinator
As we just concluded Lent and celebrated the resurrection of our Lord Jesus Christ at Easter Sunday let us embrace a new opportunity of growth and resurrection within our own ministries and service to the Lord. Through my service in ministry, specifically through catechesis, I have always been amazed at how each day we are given the opportunity to not only continue the Lord’s work and preach His message of love and salvation but also grow through that process ourselves.
Hopefully during the time of Lent, we were able to take some time out of our busy schedules to reflect upon the ministry in which we are serving, to look within ourselves and ask, how can we better respond to the Lord’s calling, how can we renew ourselves once again to reach a new level of understanding and devotion. As always, allowing ourselves to be guided through this process by the Holy Spirit, I hope we took it upon ourselves to ask, how can we, as the body of Christ, continue as a whole in our growth and understanding. When we truly seek to reach the next level of growth within ourselves and as the body of Christ, we once again strive forward in our ministries to bring fruit to the Lord’s message, not only through the ministries we might find ourselves in but also in our everyday life.
When we serve in the Lord’s ministry, regardless of what we have been chosen for or find ourselves in, always remember to embrace it with all your heart. It is through the embrace of our vocation that we embrace the Lord and those he puts before us along our journey of faith. It is also the way we give life to His message and preach the truths we believe in and have come to embrace ourselves. “If Christ has not been raised, then our preaching is in vain and your faith is in vain”. The resurrection above all constitutes the Confirmation of all Christ’s works and teachings. All truth, even those most inaccessible to human reason, find their justification if Christ by his Resurrection has given the definitive proof of His divine authority, which he had promised. (CCC 651).
The people that the Lord will put before you will be those who seek to know Him. Those individuals, who seek to know the Lord’s warmth, love and embrace, as you have come to know it, will know it through you. They will know it through your actions, through your words, through a simple gesture of kindness and compassion; they will know it through that individual, as yourself, who has come to accept their vocation with open arms to preach the Lord’s word and be transformed by it as well. My brothers and sisters in Christ have a blessed Easter and may our Heavenly Father continue to guide you in your ministry.
--------------------
El Rincón de Catequesis: Crecimiento y Resurrección a través de nuestros Ministerios
-Román Flores
Al concluir recientemente la Cuaresma y haber celebrado la resurrección de nuestro Señor Jesucristo en el Domingo de Pascua, abracemos una nueva oportunidad de crecimiento y resurrección dentro de nuestros propios ministerios y servicio al Señor. A través de mi servicio en el ministerio, específicamente a través de la catequesis, siempre me ha sorprendido cómo cada día se nos da la oportunidad no solo de continuar la obra del Señor y predicar Su mensaje de amor y salvación, sino también de crecer a través de ese proceso nosotros mismos.
Espero que, durante el tiempo de Cuaresma, aprovechamos de tomar un tiempo de nuestras ocupadas agendas para reflexionar sobre el ministerio en el que estamos sirviendo, para reflexionar dentro de nosotros mismos y preguntarnos, ¿cómo podemos responder mejor al llamado del Señor?, ¿cómo podemos renovarnos una vez más para alcanzar un nuevo nivel de comprensión y devoción? Como siempre, dejándonos guiar a través de este proceso por el Espíritu Santo, espero que nos hayamos encargado de preguntarnos, ¿cómo podemos, como cuerpo de Cristo, continuar en nuestro crecimiento y comprensión? Cuando realmente buscamos alcanzar el siguiente nivel de crecimiento dentro de nosotros mismos y como el cuerpo de Cristo, una vez más nos esforzamos por avanzar en nuestros ministerios para llevar fruto al mensaje del Señor, no solo a través de los ministerios en los que nos encontramos, sino también en nuestra vida diaria.
Cuando servimos en el ministerio del Señor, independientemente de para qué hayamos sido escogidos o en qué nos encontremos, recuerden siempre abrazarlo con todo su corazón. Es a través del abrazo de nuestra vocación que abrazamos al Señor y a aquellos que Él pone delante de nosotros a lo largo de nuestro camino de fe. También es la forma en que damos vida a Su mensaje y predicamos las verdades en las que creemos y que hemos llegado a abrazar a nosotros mismos. “Si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe"(1 Co 15, 14). La Resurrección constituye ante todo la confirmación de todo lo que Cristo hizo y enseñó. Todas las verdades, incluso las más inaccesibles al espíritu humano, encuentran su justificación si Cristo, al resucitar, ha dado la prueba definitiva de su autoridad divina según lo había prometido.” (CIC 651).
Las personas que el Señor pondrá delante de ti serán aquellas que procuren conocerlo. Aquellas personas que procuran conocer la calidez, el amor y el abrazo del Señor, tal como ustedes lo han llegado a conocer, lo sabrán a través de ustedes. Lo sabrán a través de tus acciones, a través de tus palabras, a través de un simple gesto de bondad y compasión; lo sabrán a través de esa persona, como tú, que ha llegado a aceptar su vocación con los brazos abiertos para predicar la palabra del Señor y ser transformado por ella también. Mis hermanos y hermanas en Cristo tengan una Pascua de Resurrección bendita y que nuestro Padre Celestial continúe guiándolos en su ministerio.