The Catechetical Corner: Your Goals for the New Year (ENG/ESP)

Article by: Roman Flores, Catechetical Ministries Coordinator

Many see a new year as a kind of reset. On January 1, some of us wake up to a new calendar year, full of promise, hope, and the unknown and even though some things may be out of our control, how we deal with whatever life gives us is well under our control. The ending of a year can give us an opportunity to review our own actions and achievements, our successes, and errors, over the last twelve months.  

But the reality is that there are some who are afraid to face taking stock of their own lives for fear of being discouraged or being overwhelmed by their mistakes and falling into pessimism. It is important to have the courage to clarify our actions to know ourselves better. In addition, defining what our qualities and virtues are and what our weaknesses might be allows us to focus on what truly needs attending to in our own personal lives of which goal setting and recognizing our objectives to obtain them is facilitated for the coming year or any occasion. To do this, hope and optimism must be preserved. We all have flaws – and some obvious ones – but the fundamental task is to overcome them.  

Although I do not believe in New Year's resolutions, I do believe that it is worth starting a new stage with good intentions and energy. I imagine that there are many people who do find it necessary to have resolutions, but the truth is that we’ll probably forget them and, in the end, get frustrated by how little disciplined we were in sticking to them.  

Don't get frustrated by what you didn't accomplish last year or if what you set out to do did not come into fruition. If you had certain goals that you did not achieve it is normal to feel a degree of frustration but do not allow it to absorb your energy. Fully accept that you didn't achieve your goals, if that was the case, but then learn from your mistakes and focus your attention on what you can do in the coming months of the new year to improve the probability that you do. And of course, along the way do not be afraid to fail.   

Value doing your best even when it's not enough to achieve your goals. As we cannot always control what happens to us, but only how we face what happens to us. There will be times that giving the best of ourselves is not a guarantee of achieving a goal. That doesn't mean that your efforts were in vain it just means that you must attempt something different, approach the situation through an alternative route while reflecting on the experience and applying it into future actions or decisions.  

Finally, a lot of what we do to improve the possibility of success in obtaining our goals is the mentality we maintain in the process. You can evaluate what you put too much energy into and whether it was worth it. If you compromised a lot with certain chores, suffered a lot from toxic interpersonal relationships or met all the demands of others but put off too many of your own personal needs, then maybe that can be your starting point, to see how you will change those situations, before you can begin the change in yourself or vice versa. 

My brothers and sisters in Christ may this coming year be a blessed and fruitful one for you, your loved ones and your ministries and may all you do be based on a foundation of trust and love for others and God.  

And we know that in all things God works for the good of those who love him, who have been called according to his purpose. (Romans 8:28) 



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El Rincón Catequético: Tus metas para el Año Nuevo  
 

Muchos ven un nuevo año como una etapa de reinicio. Algunos de nosotros nos despertamos el 1 de enero a un nuevo año en el calendario, lleno de promesas, esperanza y lo desconocido y, aunque algunas cosas pueden estar fuera de nuestro control, la forma en que lidiamos con lo que la vida nos da está bajo nuestro control. El final de un año puede darnos la oportunidad de revisar nuestras propias acciones y logros, nuestros éxitos y errores, en los últimos doce meses.  

Pero la realidad es que hay algunos que tienen miedo de enfrentarse a hacer balance de sus propias vidas por temor a desanimarse o sentirse abrumados por sus errores y caer en el pesimismo. Es importante tener el valor de aclarar nuestras acciones para conocernos mejor. Además, definir cuáles son nuestras cualidades y virtudes y cuáles podrían ser nuestras debilidades nos permite centrarnos en lo que realmente necesita atención en nuestra propia vida personal de la que se facilita el establecimiento de metas y el reconocimiento de los objetivos para obtenerlas para el próximo año o cualquier ocasión. Para ello, hay que preservar la esperanza y el optimismo. Todos tenemos defectos, y algunos obvios, pero la tarea fundamental es superarlos.  

Aunque no creo en las resoluciones del Año Nuevo, sí creo que vale la pena comenzar una nueva etapa con buenas intenciones y energía. Imagino que hay muchas personas a las que sí les parece necesario tener resoluciones, pero la verdad es que probablemente las olvidaremos y, al final, nos frustraremos por lo poco disciplinados que fuimos al cumplirlas.  

No te frustres por lo que no lograste el año pasado o si lo que te propusiste hacer no tuvo fruto. Si tuviste ciertas metas que no lograste es normal sentir un grado de frustración, pero no permitas que absorba tu energía. Acepta completamente que no lograste tus objetivos, si ese fue el caso, pero luego aprende de tus errores y enfoca tu atención en lo que puedes hacer en los próximos meses del nuevo año para mejorar la probabilidad de que lo hagas. Y, por supuesto, en el camino no tengas miedo de fallar.   

Valora hacer tu mejor esfuerzo incluso cuando no es suficiente para lograr tus objetivos. Como no siempre podemos controlar lo que nos sucede, sino solo cómo enfrentamos lo que nos sucede. Habrá momentos en que dar lo mejor de nosotros mismos no sea garantía de alcanzar un objetivo. Eso no significa que tus esfuerzos fueron en vano, solo significa que debes intentar algo diferente, abordar la situación a través de una ruta alternativa mientras reflexionas sobre la experiencia y aplicarlo en futuras acciones o decisiones.  

Finalmente, mucho de lo que hacemos para mejorar la posibilidad de éxito en la obtención de nuestras metas es la mentalidad que mantenemos en el proceso. Puedes evaluar en qué pusiste demasiada energía y si valió la pena. Si te comprometiste mucho con ciertas tareas, sufriste mucho por medio de relaciones interpersonales tóxicas o cumpliste con todas las demandas de los demás, pero ignoraste demasiado de tus propias necesidades personales, entonces tal vez ese pueda ser tu punto de partida, para ver cómo cambiarás esas situaciones, antes de que puedas comenzar el cambio en ti mismo o viceversa. 

Mis hermanos y hermanas en Cristo que este próximo año sea bendecido y fructífero para ustedes, sus seres queridos y sus ministerios, y que todo lo que hagan se base en un fundamento de confianza y amor por los demás y por Dios.  

Estamos seguros, además, de que todo colabora al bien de los que aman a Dios, de los que han sido elegidos conforme a su designio. (Romanos 8:28)